¿Qué me aconsejas para emprender la aventura de ser freelance? ¿Cuántos años se necesita?

Ayer recibí  un correo de una seguidora del blog Judith y me hizo estas dos preguntas, así como de sorpresa:

¿Qué me aconsejas para emprender la aventura de ser freelance? ¿Cuántos años se necesita?

Seguidamente le contesté su correo pero me ha hecho pensar que a alguien más le puede servir la respuesta, así que voy a desarrollar un poco más mi respuesta para quien le pueda ayudar:

Como tu dices ser freelance es una aventura. La aventura tiene siempre algo de riesgo así que lo primero que tienes que saber es cuanto estás dispuesto a arriesgar.

El éxito dependerá mayoritariamente de ti y del producto que vendas, si el producto eres tú, el éxito todavía dependerá más de ti.

Los años? Nunca se está suficientemente preparado, sólo cuando creas que puedes conseguirlo ya puedes empezar.

Llevo desde el 2010 emprendiendo la aventura de ser freelance y pienso puedo decir que el coste de serlo es muy alto pero los beneficios todavía lo son más.

Sólo las personas más cercanas a mi saben las elecciones que tuve que dar al empezar, el esfuerzo que supone aprender cuando no sabes, los compromisos que debes asumir y luchar, el riesgo que tomas solo guiado por tu intuición, las decepciones que te encuentras en las personas y en el sistema político-económico-social, los proyectos no rentables que debes afrontar hasta el final. Esto es el día a día y algunos de los costes que tiene de ser «propietario de tu propia empresa».

No es una camino fácil y por ello se debe mostrar el mayor respeto a todos aquellos que lo intentan y siguen adelante, y no sólo es hablar de consultores, coaches, formadores, asesores, médicos y otras disciplinas basadas en el conocimiento, sino en todos los héroes que están a la sombra y dirigen sus propios negocios como electricistas, panaderos, mecánicos, todos aquellos que son propietarios de un negocio y su negocio depende únicamente de sus decisiones.

El lado amable de tener tu propia empresa es caminar sobre tu propia libertad. Para mi la libertad es el bien más preciado y valioso, de hecho vale tanto o más como todos los costes que asumes para llegar a disfrutarla. Es la libertad de trabajar en lo que te gusta, trabajar con quien quieras, ayudar a quien tú quieras, ser tú quién dice cuánto vale tu tiempo y tus servicios, tener la posibilidad de hacer tu propio camino y alcanzar todo aquello que deseas.

Para emprender la aventura de ser Freelance y empezar a buscar estos beneficios te traslado 10 consejos personales:

1. Debes saber estar solo.
La emprendeduría es un camino de solitud. Es lo primero que aprendes y sientes cuando empiezas. Cuando empiezas lo primero que sientes  es que nadie entiende tu proyecto como tú, vas a encontrar ánimos entre tu familia y amigos, pero los clientes los vas a tener que encontrar tú. No vas a encontrar ayuda en el Estado (al menos la que necesitas en ese momento) ni en ninguna asociación. La única persona que te va ayudar eres tú mismo. Al principio tendras muchos momentos de solitud, por eso es importante que estés fuerte anímicamente contigo mismo.

2. Vacía la mochila.
Las responsabilidades (familiares, económicas, laborales, etc…) que tenemos todos son cargas que nos hacen más difícil movernos y dejarnos llevar por nuestra intuición, deberemos tener margen de maniobra para asumir posibles pérdidas. Esto me hacer recordar a la película Up in the air – What’s in your backpack?.

3. Has de estar dispuesto a arriesgar y luchar.
Ni las soluciones a los problemas, ni los objetivos a conseguir los vas a encontrar en un superior. Los vas a tener que encontrar y marcar tu mismo. Nadie más lo va a hacer por ti. Vas a encontrar muchas personas que te van ayudar y te van hacer el camino más fácil, pero hacerlo, sólo lo vas a poder hacer tú.

4. Has de saber huir hacia adelante.
«Emprender es una huida hacia adelante», esta frase la aprendí hace años de un amigo gran emprendedor Jorge Fernandez fundador de la tienda de productos sostenibles en Barcelona Olokuti. Sólo hay un camino posible que es seguir adelante, siempre con inteligencia y cuidando el bienestar propio y el de los demás pero siempre adelante.

5. Has de estar abierto al cambio continuamente.
La rapidez con que te adaptes a los diferentes medios que te vas a encontrar será clave para tu éxito. Enseguida descubres cuanto de rápido y flexible eres. Las velocidades son muy cambiantes cuando tienes tu propia empresa, puedes pasar de 0 a 100 en cuestión de días y sin darte cuenta de qué ha pasado.

6. Has de saber subirte a los buenos trenes.
Cuando empiezas a caminar por «el lado bueno», empiezas a ver que la vida está llena de oportunidades. Empezarás a ver todo aquello que puedes mejorar y gracias a ti podrás cubrir necesidades de los demás. Procura subirte a los trenes buenos, aquellos que te ayudarán a ser mejor en lo que haces. Aprenderás a distinguir entre las oportunidades reales y de las que sólo lo aparentan, eso lleva tiempo aprenderlo.

7. No seas excesivamente exigente.
Buscar la excelencia en lo que haces cada día deberá ser tu propósito diario, pero en mi opinión lo importante es que lo que hagas que sea suficientemente bueno para quien lo recibe. Busca tu público y dale lo que necesita, ni más ni menos. Empieza por un público poco exigente y luego ves perfeccionando.

8. Lo importante es la dirección, no la velocidad.
Estamos en una sociedad donde se premia la velocidad pero no es tan importante cuando llegas a tu destino sino cómo. Lo más importante de llegar a conseguir un objetivo es lo que has aprendido por el camino. No te preocupes si avanzas lentamente, mientras avances es seguro que llegarás.

9. Debes saber dejarte ayudar.
El éxito no lo vas a conseguir solo, sencillamente es imposible que sepas hacerlo todo bien. Tienes que saber rodearte de los mejores colaboradores y estar cerca de personas que te quieren y quieren que tengas éxito. Tienes que aprender a saber pedir ayuda. Muchas veces es la solución más inteligente y mostrar humildad te va hacer más grande.

10. No pierdas tu autenticidad.
Tu empresa es el reflejo de tus ideales, valores y de tu propia contribución con tus productos y servicios a hacer este mundo mejor. Déjate asesorar y tomar aquellos consejos que piensas te ayudan, pero no dejes que nadie te diga como debes hacer tu empresa.

Esto y muchas más cosas es lo que aprendes emprendiendo. Podría estar sacando otros muchos consejos pero mejor dejarlo para otro post o para una conferencia… :-).

Pienso no existe una preparación formal para emprender, la llamada la tienes que sentir dentro tuyo y hacer caso a tu intuición que es tu mejor consejera.

Te deseo el mejor camino en tu prosperidad, crecimiento, libertad y contribución para que hagas de este mundo un lugar mejor.

Gracias Judith por abrir la inspiración, si alguien quiere hacer alguna otra pregunta valiosa estaré encantado de recibirla, solo tienes que dejar un comentario.

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